Consejos para lidiar con la pérdida de una mascota: No eres exagerado y conoce que puedes sentir.

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octubre 24, 2016

Cómo lidiar con la pérdida de tu mascota

Cualquier persona que considera a una mascota como un querido amigo, miembro de la familia o un compañero, sabe el intenso dolor que acompaña a su pérdida. A continuación, mostramos una serie de consejos para lidiar con el dolor y con las difíciles decisiones que uno se enfrenta con la pérdida de una mascota.

¿Soy exagerado/a por que me afecte tanto?

El dolor intenso por la pérdida de una mascota es normal y natural. ¡No dejes que nadie te diga que eres tonto, loco o demasiado sentimental por llorar!

Durante los años que pasaste con tu mascota (aunque fueran pocos), se convirtieron en una parte significativa y constante de tu vida. Era una fuente de consuelo y compañía, de amor incondicional y aceptación, de diversión y alegría. Así que no te sorprendas si te sientes devastado por la pérdida de dicha relación.

Las personas que no entienden el vínculo mascota-dueño no puede entender tu dolor. Todo lo que importa, sin embargo, es cómo te sientes. No dejes que otros dicten tus sentimientos: son válidos, y pueden ser extremadamente dolorosos. Pero recuerda, no estás solo: miles de dueños de mascotas han pasado por los mismos sentimientos.

¿Qué puedo sentir?

Diferentes personas experimentan dolor de diferentes maneras. Además de tu dolor y la pérdida, también puedes experimentar las siguientes emociones:

  • La culpa se puede producir si te sientes responsable de la muerte de tu mascota, o llamado el síndrome «si le hubiera cuidado más». No tiene sentido, y a menudo, erróneamente te cargas toda la culpa por el accidente o enfermedad que se cobró la vida de tu mascota, y sólo hace que sea más difícil de resolver tu dolor.
  • La negación hace que sea difícil aceptar que tu mascota realmente se ha ido. Es difícil imaginar que tu mascota no te dará la bienvenida cuando llegues a casa, o que no le veas en su rincón favorito. Algunos dueños de mascotas llevan esto a los extremos, y temen que su mascota está todavía viva y sufriendo en alguna parte. A otros les resulta difícil conseguir una nueva mascota por miedo a ser «desleal» a la antigua.
  • La ira puede ser dirigida a la enfermedad que mató a tu mascota, el conductor del coche en marcha, el veterinario que «no» salvo su vida…A veces es justificado, pero cuando se lleva al extremo, te distrae de la importante tarea de resolver tu dolor.
  • La depresión es una consecuencia natural de dolor, pero puede dejarte impotente para hacer frente a tus sentimientos. La depresión extrema priva de motivación y energía, haciendo que habite sobre tu dolor.

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