Convivir con un animal doméstico aporta una serie de beneficios psicológicos, fisiológicos y sociales, además de reducir el estrés y afianzar la seguridad. Por todo ello, es importante tener una convivencia saludable.
Empezando desde la zona alta hasta abajo, la peluda y polvo irá cayendo. Hay que ir mueble por mueble y sin saltarse nada. Una vez limpio el polvo, aspiramos. En todo este proceso, evitamos que la mascota se encuentre en la misma habitación, ya que aspirar este polvo puede dañar su salud.
Algo obvio pero que puede pasar desapercibido. Es crucial mantener la higiene de nuestras mascotas. Los gatos son animales más independientes en ese sentido, pero los perros requieren baños (al menos) semanales, además de cepilladas frecuentes.
Un hogar con mascota tiene un olor característico (y si no cumplimos el consejo 2, algo desagradable). Es crucial airear la casa de manera diaria, así como mantener la higiene de la mascota en la mayor medida posible. Ellas no pueden hacerlo por sí solas.