Humanizar a un perro puede ser perjudicial para su desarrollo. Explicamos las consecuencias.
Es normal sentir empatía hacia una mascota, querer proteger a nuestro perro de los males que puedan acontecer, pero, ¿es malo pasar al extremo contrario, y tratar a nuestro perro como si fuera una persona?
Entendamos por humanizar, el hecho de dar a nuestro perro, unas características exclusivas de las personas, tratarlo como si fuese humano. Comportarse con un perro como si fuese una persona, impide satisfacer sus necesidades biológicas naturales, por que se están ignorando para darle más importancia a lo que nosotros creemos que deben necesitar.
¿Y cómo humanizamos a un perro? Estas son algunas prácticas:
¿Cuáles son las consecuencias? Humanizar a un perro es no poner límites ni normas, lo que acaba generando problemas de comportamiento, agresividad o miedo desmesurado.
Humanizar a nuestro perro puede acarrear un comportamiento destructivo, además de problemas para relacionarse con otros perros, estrés, sensación de inseguridad e incluso sobrepeso, al ser transportado en carrito y no hacer así, el ejercicio diario necesario.
Escucha nuestro Podcast Mascotero