La leishmaniosis canina es una enfermedad parasitaria muy común, especialmente en zonas con un clima cálido. El parásito se transmite a los perros a través de picaduras de mosquitos Flebotomus, los cuales son portadores de la enfermedad una vez han picado a otros canes con leishmaniosis.
De ésta manera, una vez los mosquitos pican a los perros, los parásitos se multiplican en las células blancas de su sangre, las cuales se encargan de defender el organismo, de manera que este queda totalmente indefenso. Una de las características más destacadas de esta enfermedad es que el periodo de incubación puede alargarse incluso por varios meses.
Como hemos señalado, el tiempo que transcurre entre que se transmite la infección y la aparición de los primeros síntomas puede ser de varios meses. Generalmente, los primeros indicios son un adelgazamiento anormal y progresivo de los perros, acompañado de fiebre.
Además, la leishmaniosis puede percibirse a través de distintos cambios en la piel de los canes: Piel seca, caspa y pérdida de pelo alrededor de los ojos. También es habitual observar cambios en el comportamiento de los perros; suelen mostrarse más irritables de lo normal, así como una gran apatía, tanto con las personas como con otros perros.
A medida que la enfermedad parasitaria avanza, pueden aparecer síntomas más graves que pueden incluso afectar al organismo de los perros como inflamación del hígado y bazo, insuficiencia renal o anemia.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento para la leishmaniosis es más efectivo cuanto antes se diagnostique. Por ello, es importante acudir rápidamente al veterinario ante el menor indicio. Una detección de la enfermedad tardía puede incluso llegar a afectar a los órganos vitales de los canes.
Actualmente, la leishmaniosis no tiene cura, aunque se puede tratar. Los medicamentos son compuestos antimoniales y permiten que los perros puedan vivir más tiempo y con una gran calidad de vida. Se aplican mediante inyección.
No obstante, el parásito queda para siempre en los perros, de manera que es muy frecuente que los síntomas aparezcan de nuevo de manera periódica, teniendo que volver a repetir el tratamiento.
La leishmaniosis se puede transmitir a los seres humanos, aunque en este caso los síntomas no son tan graves. Además, es importante señalar que en ningún caso se puede contagiar a través de un perro, siempre debe ser por la picadura del mosquito Flebotomus. Por lo tanto, no hay que tener ningún miedo de convivir con perros enfermos.
Esta es una enfermedad parasitaria que no puede evitarse al 100%. No obstante, la prevención es el mejor camino para impedirla a través de dos vías:
Si los perros no reciben ningún tipo de protección, el riesgo de contraer esta enfermedad es de entre un 3 y un 18 por ciento, en función de cada caso concreto.
Esta enfermedad parasitaria que se transmite sobre todo en los meses de calor, entre mayo y septiembre. Durante el invierno los mosquitos que transmiten esta enfermedad son inofensivos; no obstante, en determinadas zonas cálidas de nuestro país se pueden encontrar durante todo el año.
En España las zonas más afectadas son: Aragón, Cataluña, Madrid, Baleares, Levante, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Castilla y León. El riesgo de contagio aumenta en las zonas rurales.
Esperamos haber aclarado todas tus dudas acerca de la leishmaniosis canina y sobre todo lo que ésta enfermedad parasitaria genera en los perros.