Allá por marzo, comentamos que las mascotas habían pasado a ser los nuevos niños. Los hijos o nietos son cada vez más escasos, por lo que se tiende a sustituirlos por mascotas. Lo ha comprobado la Universidad de Florida, tras analizar los síntomas de depresión y soledad entre personas mayores de 50 años que sufrieron el divorcio o la pérdida del cónyuge.
El estudio se basó en comparar grupos de gente con mascota y sin ella, procedentes del Estudio de Salud y Jubilación de la Universidad de Michigan. Como era de esperar, aquellos con un peludo en sus vidas resistieron mejor el trauma emocional.
En la vida cotidiana, tener un gato o un perro puede no hacerte más saludable. pero ante un acontecimiento estresante, puedes calmarte con una mascota. Al menos, esta mascota aún me necesita, puedo cuidarla y me aprecia. Esa capacidad de dar cariño es realmente poderosa.
Dawn Carr, director del estudio.
No son pocos los estudios que acreditan el bienestar que las mascotas traen a nuestra vida. Este es solo otro ejemplo.
Fuente: DiarioMedico.