Las mascotas ayudan en el desarrollo del menor

 | 
marzo 12, 2017

Las mascotas pueden llegar a cubrir las necesidades sociales de una persona, sobre todo en situaciones de mayores y niños, piues es mediante su cuidado donde la persona demuestra la responsabilidad.  Esto es lo que puede desprenderse de las palabras de Ferrán Abelló, CEO de Petclic, empresa experta en animales de compañía.

En el caso de los niños, los animales los ayudan a potenciar aquellas capacidades que aumentan su inteligencia emocional, como son la compasión, comprensión de la muerte o la autoestima.

Según Abelló, los niños entre cero y siete años desarrollan cierto tipo de inteligencias al convivir con una mascota. «Dejando de lado la compañía que un perro, gato o conejo hacen, una mascota marca una rutina, obliga a tener una responsabilidad hacia ella. Ayudan a los más pequeños a relacionarse cuando están pasando un mal momento, les cuesta abrirse a los demás o piensan que los mayores no les entienden». Estas situaciones hacen que la inteligencia emocional se desenvuelva en varias formas.

En el momento en que un niño debe cuidar y alimentar a su mascota, aparece el sentimiento de compasión en este vínculo, haciendo que el pequeño entienda la relación de dependencia que se produce entre su mascota y él, que posteriormente asociará en un entorno social por el mecanismo de repetición – memoria – entendimiento.

Según los datos recogidos por la propia Petclic, los niños de entre tres y seis años con mascotas,  empatizan más con otros seres humanos y animales que aquellos que no tienen.

Hay que tener en cuenta además factores como un adecuado descanso, actividad física, convivencia con la familia y una buena alimentación con productos de alta calidad para prolongar ese vínculo y la buena salud de cualquier animal.

El sentimiento de autorealización también está presente cuando les mandan alguna tarea a realizar para su mascota, ya sea darles una golosina, llenar el bebedero o sacarles a pasear. El niño se siente realizado y se refuerza su autoestima.

El desarrollo cognitivo y las situaciones de estrés son otros momentos donde la mascota aporta.

Cuando los niños juegan con sus animales, les hablan e incluso les leen, la capacidad verbal aumenta ya que la mascota actúa como un receptor de órdenes, consejos e historias que los mismos niños se inventan.

Las mascotas también ayudan a relajarse y a combatir el estrés que generan las situaciones negativas que se forman a su edad, como no poder salir al parque, no poder jugar con un juguete en cierto momento o no poder ver la televisión. Los animales disminuyen la tensión, los calman e incluso oyen cuando están enfadados. Además, la mascota escucha sin juzgar, tampoco da órdenes ni castiga.

La mascota además ayuda a comprender el ciclo de la vida y la llegada de la muerte.

Entender este procedimiento es menos complicado para los más pequeños y más fácil de explicar para los padres. El modo en que se le explique al hijo este hecho, condicionará la manera de comprenderlo en el futuro.

Fuente: ABC.

Últimos artículos

Contáctanos