Si acudimos al artículo 333 de Código Civil, encontramos que la mascota tiene la valoración de bien mueble, esto es, una cosa. Esto no ocurre en otro países europeos como puede ser Francia, donde la mascota es un ser vivo, dotado de sensibilidad. Lo mejor para la mascota en situaciones de divorcio, es que medie un mutuo acuerdo donde se establezca qué se va a hacer con el rey de la casa. Pero lamentablemente, en un gran número de casos no existe dicho acuerdo, bien porque no se tuvo en cuenta, o bien porque la mascota llegó una vez comenzado el matrimonio.
En casos de falta de acuerdo mutuo, las partes deben remitirse a sentencias donde se haya tenido en cuenta la situación de la mascota. Se trata de una tarea más complicada de lo que parece, ya que hay divorcios con mascotas donde se valora la situación del animal, pero hay muchas más donde ni se las menciona.
El régimen matrimonial es clave a la hora de dilucidar donde debe quedarse la mascota. En el caso de separación de bienes, la mascota debe permanecer con aquél establecido como titular, esto es, la persona que aparece en la cartilla de la mascota. No sabemos si es la medida más justa, pero sí la solución más fácil. La situación cambia en un régimen de bienes gananciales, ya que el titular se difumina: aquél que haya cuidado más de la mascota, aquél que haya gastado más en su cuidado… En este caso, el Juzgado de Primera Instancia Nº II de Badajoz sentó jurisprudencia en 2010, estableciendo una serie de turnos entre ambos cónyuges para poder estar con la mascota un tiempo equitativo.
Si hablamos de matrimonios con hijos, el juez siempre tenderá a elegir el hogar donde esté el menor como lugar donde vivirá la mascota. Es un bien tanto para la estabilidad emocional de la mascota como para la del menor.
Para evitar situaciones desagradables, lo mejor es tener en cuenta posibles hipótesis futuras en las cláusulas prematrimoniales. Los cónyuges podrán pactar todo tipo de cláusulas siempre que favorezcan la situación de la mascota, quedando descartadas cláusulas donde, por ejemplo, se acuerde el abandono de la mascota en caso de divorcio.
Fuente: ALaCartaRTVE.