El estudio tuvo lugar entre el 23 de marzo y el 1 de junio, y los participantes percibieron que sus mascotas fueron una fuente de apoyo considerable. En concreto, las mascotas contribuyeron al mantenimiento de una mejor salud mental y reducción de la soledad.
No hay sorpresas en el índice de mascotas entre los preguntados, siendo el perro y gato las opciones mayoritarias, seguidas de mamíferos de toda clase y peces. De ellos, fueron muchas las mascotas que ayudaron a sus dueños a mantenerse en forma, ya sea con paseos largos o ejercicio en casa.
Pero más allá del entretenimiento, este estudio revela los potenciales vínculos entre la salud mental de las personas y los vínculos emocionales que crean con sus mascotas. Un vínculo que no se resiente según el tipo de mascota, ya que los valores del vínculo con un perro o un conejo no variaban significativamente.
De todos modos, desde la propia Universidad puntualizan que este estudio tiene escasa importancia clínica, y no justifica que las personas deban adoptar una mascota para proteger su salud mental.
Dato curioso: un 55% de los participantes aseguraron haber realizado el acto de observar aves e incluso de haberlas alimentado en su jardín.
Fuente: Eldia.