Mascotas obesas: una peligrosa epidemia

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julio 2, 2017

mascotas obesas

Las mascotas obesas son tendencia en Estados Unidos. El porcentaje de perros y gatos con este problema aumenta. La comunidad veterinaria, en alerta.

El problema de las mascotas obsesas preocupa mucho al sector veterinario estadounidense. El número de perros con esta situación ha aumentado un 158% mientras que los gatos con sobrepeso llegan al 169%, ambos en diez años.

La obesidad mascotera es problema número uno en tierras norteamericanas.

Estas cifras pertenecen al estudio realizado por la compañía Banfield Hopsital for Pets, y difundido por la sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad con los Animales.

Y en palabras de su director, Kirk Breuninger:

Hoy día, uno de cada tres gatos o perros en Estados Unidos tiene sobrepeso.

Principales causas

Para el estudio se analizaron 2,5 millones de perros y 505.000 gatos.

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Los principales causantes son bastante obvios: exceso de comida utilizada por los dueños como muestra de afecto, falta de ejercicio y error en la observación de la obesidad en la mascota, evitando así, hacer algo para que la mascota adelgace.

Como no puede ser de otra forma, la obesidad en la mascota trae efectos nefastos, al igual que ocurre con los humanos. Pero tengamos claro qué es obesidad y qué es sobrepeso.

Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC en inglés), una persona es obesa cuando su Índice de Masa Corporal es de 30 o superior. Sobrepeso se ubica entre el 25,5 y 30.

La CDC estima que en 2014, el 70,7% de los mayores de 20 años en Estados Unidos padecía sobrepeso u obesidad, siendo un 37,9% exclusivamente obesos.

Las mascotas, grandes perjudicadas

En el caso de las mascotas, la obesidad hace que el animal cargue con un peso adicional que puede acarrear grandes consecuencias.

No solo la hipertensión y las enfermedades del corazón pueden lastrar la vida de nuestra mascota. Artritis, diabetes, asma  o la incontinencia urinaria pueden aparecer con alta probabilidad.

Visitar más al veterinario

Además de un motivos afectivo y moral, el factor económico también es determinante a la hora de  impedir que nuestra mascota engorde.

El dueño de un perro con sobrepeso gasta un 17% más en atención veterinaria y un 25% más en medicación, que los dueños de una mascota en forma. En el caso de los gatos, el gasto se incrementa en un 36%.

Para hacernos una idea, hablamos de 2,026 dólares más por año en el caso de los canes, y 1.178 para los felinos.

Tanto para mascotas como para humanos, dos factores clave ayudan a evitar la obesidad: dieta y ejercicio.

Fuente: ABC.

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