«Han sido unas navidades muy tristes, ya que mi perro falleció ese día. Mi perro es mi familia, pero hay que seguir adelante» Esta frase la pronunció Jose Mourinho, y puso en portada el hecho de considerar a una mascota como un miembro más de la familia.
Una familia no se crea solo por la sangre, es necesario crear vínculos basados en la reciprocidad, las relaciones significativas y la autenticidad. Por ello, a menudo llamamos a los amigos «la familia que eliges» y si alguien son auténticos amigos, esas son las mascotas.
Toda emoción positiva nos enriquece y nos hace crecer. Las emociones positivas que nos aportan las mascotas vienen de los pequeños gestos diarios, como subir al sofá mientras vemos algo en la televisión o venir a despertarnos. Día a día, creamos hábitos que nos hacen incluir a esos peludos en nuestra vida, y acabamos adaptando nuestras decisiones a que puedan acompañarnos. De ahí que cada vez más establecimientos admitan mascotas.
Este peludo familiar es totalmente dependiente de nosotros para su alimentación y aseo, pero también dependemos de ellos en la medida en que su bienestar nos produce calma, y sus gestos de amor nos alegran el día. No son pocas las situaciones negativas que han sido menos dolorosas gracias a que hemos tenido una mascota a la que abrazar e incluso, relatar nuestros problemas. Porque una mascota no te juzga.
Una mascota es un ser leal, que aparece en muchas de nuestras fotos familiares, tiene tantos o más juguetes que los pequeños de la casa, y en algunos casos incluso más ropa. Es un ser que se encuentra presenta en los más importantes momentos familiares y tiene hasta su propio cumpleaños. Es, en definitiva, un miembro más de la familia.
Fuente: VIX + LMEM + Marca