Lo primero que hemos de tener en cuenta a la hora de pasear a nuestro perro es, por un lado, prever por donde estarán las personas que lancen petardos y por otro, cerciorarnos de que nuestra mascota esté bien sujeta, para evitar huidas en caso de tirones repentinos.
Además, no olvides una placa identificativa donde se vea claramente su nombre y tu número de teléfono en caso de pérdida.
Durante la época de júbilo navideño traducido en petardos, hay que evitar dejar a la mascota sola en casa, y tratar de que permanezca en la zona más alejada y por tanto menos ruidosa de la casa. Crear una zona segura, con sus peluches y su cama, es un buen refugio en caso de crisis, ya que la mascota acudirá ahí para sentirse protegida.
Durante el sonido de los petardos, hay que procurar transmitir calma y normalidad a nuestra mascota. Si nuestra mascota nos ve nerviosos, se pondrá igual.
Si el sonido de los petardos es alto y continuado, lo mejor es imponer otro sonido más común, como puede ser la radio o la televisión, sonidos no alarmantes y cotidianos.
En ocasiones, caemos en el error de ignorar a nuestra mascota para suavizar su estrés, pero es contraproducente. En vez de eso, distraigamos a nuestra mascota con premios de larga duración, como huesos grandes que le tengan entretenido durante bastante rato.
Por último, previamente a los festejos navideños, es una buena iniciativa concienciar al barrio con carteles solicitando por favor al vecindario el uso de petardos, lejos de nuestro hogar.
Con estos consejos, ayudaremos a nuestra mascota a tolerar mejor ese tan molesto sonido.